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Sancocho de letras para curar la pobreza

Por: pardila

Está comprobado que una de las fuentes más grandes de riqueza es la pobreza. Basta con fijarse un poco para darse cuenta de que en el mundo hay montones de recursos dedicados a combatirla. En los gobiernos, en los bancos multilaterales de desarrollo, en las agencias de Naciones Unidas, en las ONG, en las firmas de consultores privados, en las organizaciones de damas voluntarias de diversos colores pelecha toda una fauna de expertos genuinamente preocupados por un tema que con toda razón desvela cada día más a la sociedad.

Así que estos expertos se devanan los sesos para ingeniarse la manera de capturar los recursos destinados a combatir este flagelo. Y para ello escriben proyectos de desarrollo muy bien intencionados, muy bien fundamentados, muy bien estructurados, fríamente calculados, con sus respectivos marcos conceptuales, con sus consabidos antecedentes, con los presupuestos del caso y sus diversos rubros, con las cartas de respaldo de las autoridades competentes y de las comunidades beneficiarias, con la lista de "lecciones aprendidas" a partir de de experiencias previas en el campo en cuestión (y que probablemente fracasaron aunque algo dejaron: enseñanzas), pero sobre todo con un ingrediente que le da consistencia al suculento plato, y por lo tanto no puede faltar: las palabras clave, los términos obligados que lo harán vendible, esas joyas de la corona del léxico especializado, de la jerga del desarrollo, que deben ubicarse estratégicamente a lo largo y ancho del documento de proyecto para que no quede duda de que lo que se propone va a curar definitivamente todos los males de los pobres, supuestos inspiradores de este sancocho de letras que los va a sacar de su estado de postración.

Porque a nadie le debe quedar ninguna duda de que si realmente se quiere hacer mella en la pobreza, un proyecto de desarrollo tiene que ser, como mínimo:

Participativo
Comunitario
Democratizador
De abajo hacia arriba (del inglés “from the bottom up”, es decir, vertical pero en contravía)
Horizontal (que no es lo contrario de “from the bottom up”, sino lo mismo pero en el plano opuesto)
Transversal (es decir, que atraviese todos los aspectos de la vida económica y social, lo cual no obsta para que también sea de abajo hacia arriba y a la vez horizontal)
Consensuado (adjetivo inventado que se deriva de un ejercicio obligado en cualquier proyecto de desarrollo: la búsqueda de consenso; la palabra concertado no da la talla)
Transparente
Proactivo (otra creación genial que no demora en figurar en el DRAE)
Descentralizador
Sostenible
Interdisciplinario (o en su defecto, multidisciplinario)
Multisectorial (o si no, transectorial)
Multidimensional
Integral (y si hace falta, integrador: casos se han visto)
Efectivo
Eficiente
Eficaz
Ecológico
Amigable al usuario (del inglés “user friendly”)
Innovador (¡obviamente!)
Participativo (¿Ya había dicho participativo?)

En algún punto del documento habrá que mencionar la gobernabilidad democrática (o de las instituciones, o cuando menos la gobernabilidad a secas), la responsabilidad social de las empresas (y la ambiental, ¡ni más faltaba!), los grupos de interés o partes interesadas (y si suena como muy utilitarista el concepto, entonces queda la opción de referirse a los "actores sociales"), las consultas amplias con todos los afectados (y con los no afectados también para que no se sientan excluidos), el crecimiento con equidad o el desarrollo sostenible (la diferencia es sutil pero crítica para detectar las inclinaciones políticas de los proponentes). Y así, uno tras otro van desfilando página tras página estos términos que a la postre garantizarán que esta propuesta, esta iniciativa, este esfuerzo, este intento se gane la buena voluntad de los financiadores de la lucha contra la pobreza, porque, en realidad, ¿quién podría resistirse a respaldar algo que es…

Participativo
Comunitario
Democratizador
De abajo hacia arriba
Consensuado
Transparente , etc., etc.?
(¿Ya dije innovador?)

… no importa que el proyecto de marras consista simplemente en construir un pequeño relleno sanitario en un poblado de 600 habitantes.

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