Loading...

YO, NERO

1 A+ A-
Yo sé que usté no me lo cree, pero Dios creo al hombre de puro y físico desparche. De puro desocupado. Imagínese uno en esa falta de plan, después de haberse inventado cuanta vaina. ¡No señor! Dios se echó a pensar, y como para matar el tiempo hizo al hombre y se puso a ver qué pasaba, como quien se tira en un sofá a ver televisión. Claro, me imagino que usté está pensando que éste ñero qué va a tener televisión, ¿no? Pues claro que tengo, y me encanta. Yo los domingos, no trabajo. No porque sea el día de Dios, sino porque es el día que tiene la mejor programación. A mi me fascina pegarme un cacho y fumármelo mientras veo los dibujitos animados. Es que eso si es pura realidad, no como las sandeces esas que pasan entre semana. Por eso es que este país está como está. Si en vez de pasar tanta pelotada pasaran cosas buenas, como las de los domingos por la mañana. Yo sí me pego la madrugada cada ocho días, sagrada. Pero lo peor de todo es que yo sé que usted no está pensando en la programación del domingo ni la de entre semana. Usté se quedó pensando en la marihuana. Claro, porque como tengo estas ropas, entonces no puedo decir nada relacionado con las drogas porque la gente se escandaliza, ¿cierto? Pero si fuera una persona con una pinta rara y con carro caro entonces sería sofisticado. Y ni siquiera es porque los ricos fumen a escondidas, porque en este país ya nada se hace a escondidas. Ya ni se usa la doble moral, sino que todo el mundo hace las cosas de frente. Y la gente fuma, y nadie dice nada. Toda la ciudad fuma: los ricos, y los pobres. La única diferencia es que los ricos fuman de la mala, pero que fuman, fuman. La ciudad fuma, y como entre semana no pasan dibujitos, pues por eso es que se quema. Por eso es que yo no veo novelas. Yo, entre semana, me quedo en esta esquina cantando. No sé cantar, pero prefiero eso que ver telenovelas. Casi cualquier cosa es mejor que ver telenovelas. Sería peor ser presidente, tener bigote y ver telenovelas. Peor, ser todo eso, y además vivir como en una telenovela. Y bueno, siempre las cosas pueden ser peor, pero la idea no es rayar en los límites de lo absurdo, ¿cierto? Mejor sigamos con las cosas que valen la pena, como los dibujitos. Es que esos dibujitos son increíbles porque muestran el mundo como es. Todo el mundo es la misma mierda, con la única diferencia de que se visten diferente. Acá, bueno, yo me visto así pero porque vivo en la calle, pero la gente si se viste de una manera muy particular. En esta ciudad, por ejemplo, la gente usa mucho el azul Mire, hasta yo uso azul y soy de la calle. Es que la calle es como una pasarela, pero elegante. Porque esas pasarelas que pasan por televisión entre semana si son pésimas, ¿sabe por qué? Porque hacen muy poquitos ejemplares de cada cosa y entonces la gente no puede usar las cosas que ve. Por eso es que los dibujitos son buenos, porque muestran cómo se viste la gente en otros lugares del mundo. Bueno, no solo por eso, ¿no? También tienen otras cosas buenas, y pues claro, comparado con las telenovelas, muchísimas. Pero esa sí es una de las más importantes. Porque uno siempre tiene que estar bien vestido para la ocasión. Yo no tengo ocasiones, entonces siempre me visto igual. Menos cuando es domingo, claro, para ver los dibujitos. Esos días me visto a lo italiano, pero de puro fantoche: Me pongo la corbata y me la pongo por fuera del saco, ¿sabe por qué? Ah, pues se nota entonces que no ha ido a Italia. O si fue, no la entendió. En cambio acá uno encuentra todo. Absolutamente todos los países están acá, en la calle. Por ejemplo, una de las paredes donde veo televisión es una réplica idéntica del muro de los lamentos. ¿Si lo conoce? Ah, tampoco, pero bueno, queda en Israel. Mejor dicho, queda en Israel, y al lado de mi televisión. Ni le digo dónde queda porque después va y se toma fotos para decirle a sus amigos que se fue de viaje, ¿no? Claro, yo lo conozco. Se toma la foto y anda con la corbata por fuera, y dice que viajó por el mundo. Pero no, no señor. Si quiere aprender del mundo lo que tiene que hacer es sentarse los domingos a ver dibujitos. Porque los dibujitos son como la calle: tienen todo. Pero usté no era eso lo que me quería preguntar, ¿cierto? Usté para qué va a necesitar el secreto de la vida. Usté lo que necesita es que le responda, ¿qué? ¿cuántas personas comen de la misma olla que yo como? Pues eso sí es difícil de responder, ¿cierto? En primer lugar, porque yo no como. Y si como, no es en olla. Pero claro, como todos estamos en la olla, pues ¿qué más da? Mejor dicho, usted y yo comemos en la misma olla, ¿no le parece? Claro que es una olla rara, porque usté si come y yo no. Claro que me imagino que usté anda sufriendo porque está como gordito, ¿no? Le gustaría ser así flaco, como yo. Seguro. Pero así es la vida, ¿no le digo? Como los dibujitos animados: para que el de arriba se divierta un rato. Lo que pasa es que el hombre vive en domingo, entonces por eso nosotros no podemos descansar de la vida. Claro que sí hay cambios de programación, por supuesto. Dios los cambia como con un control remoto. Yo, por ejemplo, nací un día que Dios había fumado. Porque eso sí, usté sabía que Dios se invento la hierba mucho antes de inventarse al Hombre, ¿cierto? Ah, pues entonces le cuento: a Dios le gusta pegarse sus fumadas por ahí. Tampoco es que sea un rastafari, pues, pero el hombre si de vez en cuando se echa sus canitas al aire para relajarse. Eso me estaba preguntanto hace un rato, ¿no? ¿Que cuándo nací? Pues nací un día que Diós Había fumado. Y de la buena. ¿Expectativa de vida? No, señor. Yo ya no espero nada. Es mejor así porque entonces a uno le llega lo que no ha pedido y queda encartado. Yo tuve un par de amigos que les pasó eso con la novia y quedaron jodidos. De pronto ellos también dicen lo mismo de mí, claro, Que estoy jodido. Pero es que como usted decía hace un rato, todos estamos en la olla, entonces no hay diferencia. Entonces lo que toca es no esperar nada y así le llega todo lo que espera, ¿cierto? Claro que hay personas que quieren que les pasen cosas malas, y esas personas tendrían una ventaja, pero si uno se pone a ver, serían tan exitosas que no lo disfrutarían porque lo que quieren es sufrir. A veces hasta morirse. Claro que eso sí muy pocos, pero los hay. Hablando de eso, yo no sé si me quiero morir o no, pero sí sé de qué me quiero morir en caso de que pase. Me gustaría morir de un colapso estético. Exacto, así se escribe. Y sobre la expectativa de la vida, es muy simple. La vida es una broma, con un alto componente de ironía, porque es de un Dios con un sentido muy sofisticado de sarcasmo. Es como un chiste que nos están haciendo. Por eso hay que tomársela deportivamente. Y si uno no se ríe, pues no sé. Igual que cuando alguien no se ríe de un chiste en una fiesta, supongo. Que no entendió el chiste. Así hay gente que no entiende la vida y anda por ahí. Que no entiende nada. Y esa gente se la pasa con sus cuadernitos, y sus números, pero no entienden nada. Claro, tratan. Pero es que ¿cómo diablos va a entender uno un la vida con un papelito? Eso no se puede. Es como los que no entienden el chiste, es porque no tienen sentido del humor. Claro que a la gente que no entiende la vida lo que le falta no es sentido del humor. No porque sí tengan, claro, sino porque les hace falta algo más básico, ¿me explico? ¿Familia? Pues eso, como todo, es relativo. Porque de esa le va llegando a uno y se va alejando. Y pues yo tenía familia. Y qué Familia. Pero también le llega a uno familia. A veces le llega a gente que ni quiere, pero bueno, les llega. Y a veces uno llega a familias. Claro, ninguna como la de pequeño. Es como los amigos, que se vuelven familia. Y ya después uno no habla con ellos porque son como hermanos y lo que a uno le da es hasta mamera. Yo por ejemplo, tengo amigos con los que no hablo hace como...uy...más de treinta años. ¡Cómo pasa el tiempo! Claro, es que además a uno se le pasa el tiempo rápido cuando uno está pasando bueno, ¿no? Y en medio de todo se pasa bueno. Pues, hay cosas como pesadas, pero en ultimas uno pasa bueno. Uno, y los demás. A veces uno pasa bueno junto, y eso es lo más bacano. Ahí es donde viene la familia. Claro que hay gente que uno quiere de antes, y sin verla. Pero si me pregunta, pues mi familia es un tipo que le dicen Piro, y no Piró como dice la gente. O pues sí, así, pero pues a él solo le dicen Piró. En cambio hay otros que se dicen piró todo el tiempo, pero les dicen de otra manera. Piró, es Piró. Aunque yo le digo Piro. Pues sí, él sería como mi familia. Pero no como mi papá, ni como mi hijo. Ni como mi hermano, porque ese man es muy ordinario. Y no es que yo sea refinado. Claro que mi mamá me decía que yo tenía sangre azul, pero como eso ya a nadie le importa. Ahora desde que no tenga SIDA, todo pasa. Entonces, ahora mi sangre azul la comparto con Piro. Que también puede tener sangre azul, uno nunca sabe. Pero pues seguro, seguro es un azul diferente. Yo creo que es por eso que somos tan amigos. Tampoco maricas, le aclaro. No es que yo tenga algo en contra, sino que yo no soy y punto. Y Piro, claro, como usted y como yo, está en la olla. Entonces también sería de nuestra gran familia, ¿no? ¿Religión? Complicado. Complicado por lo que le estaba diciendo. Si Dios está divirtiéndose de nosotros, de puro desparche, entonces tiene que haber un Dios de Dios. Como cuando uno está viendo televisión y de pronto en la mejor parte de la película pasan comerciales, o como cuando uno ve un partido de fútbol y cree que afectó en resultado. Ahí uno siempre cree que hay como alguien, como un Dios de la televisión, mamando gallo. O por lo menos uno le protesta a un número plural de personas, como si fuera un complot. Pero siempre hay algún tipo de elemento sobrenatural ahí. De esa misma manera tendría que haber un Dios para Dios. O un complot. O algo así. De pronto hay muchos Dioses. De pronto hay hasta un colegio para Dioses y por eso hay unos mejores que otros. A nosotros nos tocó uno buena onda, por ejemplo. Claro, porque es un Dios bacaneado. Como que el man puso unos muy buenos momentos para uno. Como unas buenas lagunas, unas buenas nenas, y buena comida. Debe haber unos que son más estresados, y seguro hay unos hasta paranoicos. Menos mal a mi no me tocó uno de esos porque ahí sí me habría jodido. Es que a mí eso de la paranoia no me gusta. ¿Si ve? Entonces mi religión sería, como Relajado, o la No Paranoia. Y si no hay eso, pues ponga lo que quiera. Igual pues la que gane, ¿qué le pasa? Si a mi me dicen que ganó otra pues no puedo ya dejar de pensar lo que le acabo de decir, entonces deberían no preguntar eso. ¿Trabajo? Ah, no, pues eso sí tendría que poner que soy como ministro de mi religión, o algo así. ¿Salario? No, pues figúrese. A diario. Sí, me lo da la gente. Algunos porque con también de mi religión. Otros sí no, entonces a esos toca robarlos. Claro, con respeto, porque esto es Democracia y todo el mundo tiene derecho a tener su propio Dios, pero eso sí, a ellos ¿quién los manda a tener un Dios avaro y estresado? ¿Sí ve? Todo es un problema religioso. Por eso es que estamos como estamos. Porque todo el mundo anda preocupado por esas cosas. ¿Usté cuándo ha visto un dibujito animado preocupado por esas cosas? Cuando se mueren Así deberíamos hacer nosotros. Pero claro, como nos empeñamos en hacer las cosas diferentes, y como no son, pues entonces para eso hay hasta leyes. Usté, sinceramente, ¿cree que a mí una ley me va a cambiar eso? Ni a mi, ni a nadie. A menos que haya Dioses, por ahí, que sean medio lentos y los otros les quiten creyentes. Y seguro que hay otros más aviones. De pronto hasta uno puede estar equivocado y creer en un Dios que no le toca. Eso sí fijo que me pasaría a mí. Creer en un Dios que le toque a otro y vivir todo el tiempo seguro y pensando que estoy en lo correcto. Pero bueno, eso sí nunca se sabe, entonces, pues por eso no me preocupo. Y sigo así porque pues, ¿qué más hago? Entonces puede poner eso, que soy ministro porque no tengo alternativa. ¿Servicios? Pues agua y luz según disponibilidad de la zona. Y además tengo el corazón latiendo. Por ninguna me llega recibo, pero no sé si es que no tengan bien anotado mi domicilio. Espero que no me llegue una cuenta grandísima por los latidos, porque con esa manera de latir el mío, me llegaría carísima. Especialmente si tienen intereses retroactivos de cuando era chiquito, que ahí sí vivía cagadito del susto. Yo era de los que me orinaba en el camino al colegio. En el bus, claro. Pero porque me asustaban. Y por las noches en la cama, pero no era dormido, sino que me despertaba y me daba miedo ir hasta el baño. Por la luz y el agua si no me da miedo que me lleguen cuentas, porque se nota que tienen mucha. Eso la ponen cuando uno ni la ha pedido, luego debe ser porque les sobra y se la tienen que gastar. De pronto si no se la gastan toda les recortan para el mes siguiente, entonces por eso despilfarran. Como todo lo que uno tiene en exceso, ¿no? Y pues por esas cosas uno nunca cobra, porque le importan un culo todas. ¿Listo? Muchas gracias. ¿Que cómo me llamo? Pues a mí me dicen Ñero, pero entre amigos prefiero que me digan Nero. Mucho gusto y hasta la próxima.

Post a Comment

1 comment

Anonymous said...

tiene pasajes brillantes... pero hay algo que no cuadra e el ritmo...
de todas maneras muy bueno

Home item

Featured Post

Duelos Sin Fronteras

  Desprevenidamente contesté el teléfono ante un número desconocido. - Buenas tardes, ¿hablo con el señor Alejandro? - ¿para qué lo necesita...

Popular Posts

Click to read Read more View all said: Related posts Default Comments Menu