Crónicas Marcianas: Delhi-Barcelona
https://supercontra.blogspot.com/2007/05/crnicas-marcianas-delhi-barcelona.html
Un par de meses después, aterrizo en Barcelona. Seguro Louis Armstrong sintió algo similar, sobre todo por lo que significa retomar pilares fundamentales de nuestra cultura que a veces damos por sentado, como, por ejemplo, el papel higiénico. Y eso que el culo se acostumbra en últimas, pero por respeto a los amables lectores ahorrare detalles. También es increíble la mucha falta que hace ver clavículas femeninas debido a los recatados atuendos que exigen Islam e hinduismo.
¿El balance? Siempre es bueno aprender cosas nuevas, especialmente si uno no sabe bien qué fue eso que se adquirió. Importante, tal vez, que tuve la oportunidad de ver que India, como cualquier otro lugar, tiene fascinaciones típicas de la globalización y la fusión que ella implica. De la misma manera que Occidente se fascina con el yoga, el sancocho asiático explora elementos de culturas extrañas como moda: la salsa, así que si visitan, lleven un par de discos y preparen unos cuantos pasos para caer como profesor de yoga indio en Colombia.
También, después de viajar por carretera en India, la Carrera 13 parecerá una fluida autopista del primer mundo, incluso en hora pico. Estoy seguro de que hay enseñanzas más importantes, pero de momento se me escapan.
Barcelona, como una madre, me recibe con los brazos abiertos a pesar de mis múltiples quejas. Ha sido un gran lugar para aterrizar y deleitarme con jamones y vinos. La iluminación espiritual está muy bien y todo eso, pero bueno, los bocadillos y placeres de la cava son argumentos que se caen de su propio peso. Me recibió la ciudad, además, con una exposición de fotografía de una hermosa modelo colombiana, a manera de presagio de lo que sería la visita al puerto mediterráneo: es difícil mantener la atención en algo durante el verano en Barcelona, pues las mujeres hermosas salen de los lugares más insospechados. Empiezo a creer que es nocivo. Los locales lo llaman mal de verano.
La convivencia con Carolina ha sido iluminadora. Es raro esperar a una chica que no es la novia para salir: curiosamente, no da malgenio, ni resulta incómodo en absoluto. Y así, son mil cosas las que me molestarían de una pareja, que ella hace y acaban por divertirme.
También porto unas hojas con tableros de triqui, en los que Liza, la pequeña rusa de 7 años que fue mi fiel amiga de verano, dibujó todas sus movidas para que yo pudiera jugar en el avión, sin ella. Pasar tanto tiempo con ella fue como sumergirme en Calvin y Hobbes.
En medio de la espera en un aeropuerto, y buscando un widget para marcar las fases lunares en Supercontra, me topé con una página que ofrece varios servicios astrológicos, entre los que se encuentran la carta astral, predicciones, compatibilidad en pareja con alguien, y perfil amoroso y sexual. Recomiendo a toda persona que antes de relacionarse con alguien (o de insistir en una relación) ponga sus datos en el widget que ofrece el portal.
India. Como el colegio, es bueno saber que sucedió, pero también es bueno que haya terminado, como un gran descanso. A manera de conclusión, testimonio audiovisual de una posición que no lograba hacer desde los 7 años (aunque obviamente faltan 4 torsiones inhumanas).
¿El balance? Siempre es bueno aprender cosas nuevas, especialmente si uno no sabe bien qué fue eso que se adquirió. Importante, tal vez, que tuve la oportunidad de ver que India, como cualquier otro lugar, tiene fascinaciones típicas de la globalización y la fusión que ella implica. De la misma manera que Occidente se fascina con el yoga, el sancocho asiático explora elementos de culturas extrañas como moda: la salsa, así que si visitan, lleven un par de discos y preparen unos cuantos pasos para caer como profesor de yoga indio en Colombia.
También, después de viajar por carretera en India, la Carrera 13 parecerá una fluida autopista del primer mundo, incluso en hora pico. Estoy seguro de que hay enseñanzas más importantes, pero de momento se me escapan.
Barcelona, como una madre, me recibe con los brazos abiertos a pesar de mis múltiples quejas. Ha sido un gran lugar para aterrizar y deleitarme con jamones y vinos. La iluminación espiritual está muy bien y todo eso, pero bueno, los bocadillos y placeres de la cava son argumentos que se caen de su propio peso. Me recibió la ciudad, además, con una exposición de fotografía de una hermosa modelo colombiana, a manera de presagio de lo que sería la visita al puerto mediterráneo: es difícil mantener la atención en algo durante el verano en Barcelona, pues las mujeres hermosas salen de los lugares más insospechados. Empiezo a creer que es nocivo. Los locales lo llaman mal de verano.
La convivencia con Carolina ha sido iluminadora. Es raro esperar a una chica que no es la novia para salir: curiosamente, no da malgenio, ni resulta incómodo en absoluto. Y así, son mil cosas las que me molestarían de una pareja, que ella hace y acaban por divertirme.
También porto unas hojas con tableros de triqui, en los que Liza, la pequeña rusa de 7 años que fue mi fiel amiga de verano, dibujó todas sus movidas para que yo pudiera jugar en el avión, sin ella. Pasar tanto tiempo con ella fue como sumergirme en Calvin y Hobbes.
En medio de la espera en un aeropuerto, y buscando un widget para marcar las fases lunares en Supercontra, me topé con una página que ofrece varios servicios astrológicos, entre los que se encuentran la carta astral, predicciones, compatibilidad en pareja con alguien, y perfil amoroso y sexual. Recomiendo a toda persona que antes de relacionarse con alguien (o de insistir en una relación) ponga sus datos en el widget que ofrece el portal.
India. Como el colegio, es bueno saber que sucedió, pero también es bueno que haya terminado, como un gran descanso. A manera de conclusión, testimonio audiovisual de una posición que no lograba hacer desde los 7 años (aunque obviamente faltan 4 torsiones inhumanas).
2 comments
Que nota Pulga. Lo noto con nuevo semblante.
Lo que nunca nos terminó de contar es si después del experimento del videito, pudo volver a caminar o si quedó postrado para siempre...
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